MI TÍO

Jose, un hombre actualmente de 34 años recién cumplidos, nacido en el 1984, en Arauca. Creciendo en una familia humilde, pero muy unida, siendo mi bisabuela Jacinta, mi abuela Martha, hija de Jacinta, mi madre Consuelo, y sus dos hermanos, Yesid y Jose. Mi mamá siendo la mayor del trío de hermanos tenía sus responsabilidades como hermana pariente protectora. Mi tío Yesid, que era el menor, era el más mimado de la casa, aunque eso no significaba que no era inquieto, mi tío Jose, estando en el medio, era muy travieso y juguetón, y por último, mi mamá la cual era la pieza clave coronándose como la única hija de la familia Muñoz Barrera. Dato curioso es que desde pequeño a mi tío José de apodo le decían Negro, no sé por qué pero era un apodo de cariño que le tenían y todos los conocidos de él no lo llaman por su nombre sino por su apodo Negro, e incluso su madre, lo llamaba así, de tal forma que ya se le considera con ese sobrenombre. Nunca conocí a mi abuelo por parte de mamá, ya que por motivos de salud los cuales desconozco, murió antes de que yo naciera y mucho antes diría yo.

 

La época de la niñez de mi mamá y mis tíos fue la época de oro donde su diversión eran juegos al aire libre o lo que sea, con tal de pasarla bien, no existía la tecnología, sus distracciones eran juegos como la lleva, stop, congelado, parques, piedra papel o tijera, e incluso buscaban diversión hasta en los favores o mandados que les pedían los vecinos o mis abuelos, ya que para transportarse no era en bus o en carro, sino en canoa, y eso para ellos era su mejor forma de divertirse; con sus mascotas o animales que podían encontrarse en la calle. Mi tío tenía una vaca, que de nombre le puso Florentina, y me causa risa esto solo por el simple hecho de conocer a mi tío como es y cómo me imagino el trato que tuvo con su vaca, me sale una gran sonrisa de solo imaginarme ya que para ese entonces no había nacido; y pasando a otro hecho, mi abuelo, tuvo de mascota un sapo el cual lo apodo Napoleón, por boca de mi abuela y mi madre, he oído que se querían mucho el sapo y mi abuelo, y los demás odiaban el sapo, estando mi abuelo consciente de eso, bromeaba con él y asustaba o le hacía travesuras a sus hijos y esposa, como dormir con el sapo, o meterlo en el baño mientras se bañaban. También me cuenta mi abuela que mi abuelo se sentaba en una mecedora y Napoleón se ponía en el empeine del pie y éste veía televisión junto a mi abuelo.

 

La familia se mudó a Cúcuta, por el fallecimiento de mi abuelo, mi madre con apenas 14 años, la llamaron del colegio para darle la lamentable noticia y en seguida, mi abuela recogió a sus hijos y los sacó inmediatamente de clase para explicarles lo que sucedía. Se dirigían a casa con un inmenso dolor en el corazón y con lágrimas en los ojos les fue difícil superar éste hecho, sobre todo mi tío Negro, quien era el consentido de mi abuelo, y también el más dolido por la muerte de mi abuelo.

 

A medida que pasaba el tiempo mis tíos fueron creciendo junto a mi mamá; mi madre apenas llegó a Cúcuta estudio en el colegio de mujeres La Normal Superior María Auxiliadora, y mis tíos en el Colegio Municipal, mi madre cursando 9no Grado, mi tío Negro 8vo Grado y mi tío Yesid 7mo Grado. En esa etapa conocieron gente nueva, amigos nuevos, ambientes nuevos, etc. Mi tío Yesid era muy talentoso en el fútbol junto a mi tío Negro, que incluso casi llegan a ser profesionales, La Equidad los quería pero por escases de apoyo tanto moral como económica no pudieron ser más.

 

Cuando mi madre cursaba el Undécimo grado, apareció en la familia un hombre llamado Jhon, quien ahora es mi Padre, y más que todo apareció en la vida de mi mamá, se conocieron, se gustaron y llegaron a ser. Llegó tal punto que Jhon se ganó la confianza de mi abuela, que incluso hoy en día mi Padre dice que ella es como otra madre para él, dándole apoyo donde no encontraba y cariño. Mi padre y mi tío se hicieron muy amigos, ya que mi tío iba un año atrás que mis padres, entonces mi Padre defendía a mi tío de los demás, siendo así como peleas más que todo, esto paso también con mi tío Yesid.

 

Mi padre fue un excelente portero de fútbol, llegó a ser el consentido del Coordinador de su colegio porque mi padre les tapaba en torneos de profesores y estando él, según el coordinador, seguro quedaban campeones. Ya me doy cuenta de donde viene tanto encanto y pasión por el fútbol, ya que mi padre siendo un excelente portero, mi tío Yesid un gran creador de juego y mi tío Negro un gran goleador, de ahí tuvo que ser. Mi padre en sus tiempos de portero, le llegó una oferta de nada más y nada menos que el Atlético Nacional, un equipo de futbol colombiano considerado uno de los mejores o incluso el mejor de todo Colombia, le pidieron que viajara y que tenía que dar una cantidad de plata un tanto cara, no sé cuánto fue en realidad, en todo caso, mi abuelo paterno, Carlos Lozada, le dijo que él le pagaba todo con tal que fuera, pero mi papá pensó muy bien la situación, ya que era mucho dinero y si erraba en el intento, dicha cantidad de dinero se perdía y mi padre no quería un remordimiento con mi abuelo paterno por situaciones económicas. Mi padre tiene dos hermanos, mi tío Vladimir y mi tío Jorge, siendo mi padre el menor, mi tío Vladimir el mediano, y mi tío Jorge el mayor; mi tío Vladimir y mi padre compartían la misma pasión, ambos querían ser porteros profesionales de futbol, mientras mi tío Jorge, un gran empresario.

 

Ambas familias las cuales me relacionan, se llevaban muy bien, mis tíos paternos con mis tíos maternos, también mis abuelos de ambas familias pero solo hasta ahí, demás familiares criticaban la relación de mis padres en ese entonces. Hasta que un día mi mamá resultó quedar embarazada, y aún más criticaban a mi padre la familia de mi mamá, diciendo que mi padre nunca iba a responder por el bebé, aunque nunca fue así, mi padre dijo y reiteró “Yo voy a responder por ese bebé”, y hasta el día de hoy, ha sido así.

 

Llegó el día, 18 de Diciembre del año 2001, a las 10:58 pm, nació un varón, contexto muy normal para un bebé, muy sano y de piel muy blanca, tal bebé era yo. Mis tíos y familiares desde que nací, me cuentan que fueron muy cariñosos, me cuidaban y me protegían como si fueran mis padres. Tanto fue así que pasando el tiempo, iba creciendo y con mi tío negro aprendí muchas cosas, ya que él era el que más que cuidaba, mi madre se iba en la tarde y él quedaba cargo de mí, mientras mi papa trabajaba; aprendí a divertirme, a jugar fútbol, ya que él me llevaba a la cancha y jugábamos juntos, en las tardes hacíamos tajadas y molestábamos a la gente que pasaba al frente de la casa, él nunca cambio su actitud, siempre fue el niño travieso de antes y eso me identificaba.

 

 

En el año 2009, ocurrió una tragedia que hasta hoy en día se está tratando, y llegando hasta acá es donde viene la importancia de mi relato, el 21 de agosto, día de sus cumpleaños, estaban en el malecón de Cúcuta, celebrando el día de mi tío negro. En ese entonces mi tío tenía una novia, la cual hoy en día es la cuñada de mi tío Yesid, siguiendo con el suceso, mi tío después de 2 horas o más, no sé muy bien, estaba pasado de tragos, y su novia, le pidió que la acompañara al baño, mi tipo le dijo que si, decidieron pasar la calle y muchos dicen que estaban discutiendo mientras cruzaban la calle, otros que mi tío se quedó parado en medio, nadie sabe, en todo caso, una Runner Toyota, lo atropello por la parte trasera de su cuerpo, lo levanto dio dos vueltas en el aire y se golpeó la cabeza. Yo estaba en ese momento, pero estaba durmiendo, tenía 7 años de edad, me desperté cuando estábamos estacionados fuera de la clínica, aún no entendía lo que sucedía, hasta que 3 meses después, a mi tío lo trajeron a la casa y por fin logré verlo, aunque diferente, estaba acostado con un tubo el cual se le introdujo por la garganta, no hablaba y no podía moverse, solo abría y cerraba sus ojos. Seguía sin comprender lo que le había pasado, mientras pasaba el tiempo, mi mamá me explico que se había golpeado la cabeza y se le desorganizaron los cables del cerebro, fue como me dijo de tal forma que yo entendiera. Seguí creciendo y ya comprendía lo que tenía, mi abuela hizo muchas cosas, tutelas, viajes, mi tío fue operado muchas veces, sufrió un trauma craneoencefálico severo, y apenas fue el accidente, los doctores le dijeron a mi abuela que mi tío no seguiría con vida, y hasta hoy, le hemos tenido fe, y tiene más vida que cualquiera, aunque pasen problemas, preocupaciones, regaños, siempre vamos a estar para él, y siempre va a ser el mejor. Me críe junto a él, me ayudó a ser como soy, y es alguien demasiado importante en mi vida. Lo amo y lo voy a amar siempre hasta el día que me muera.